Es una escultura de madera policromada, realizada en Madrid por el escultor madrileño Domingo de Rioja, alrededor de 1635, por encargo de la beata Francisca de Oviedo, quien solicitó al escultor una versión tridimensional de una pintura del convento dominico de Atocha. Domingo de Rioja expuso la imagen en la parroquia de San Ginés y rápidamente obtuvo fama de milagrosa. El rey Felipe IV se impresionó por la calidad artística de la imagen y la retuvo hasta 1637 en la capilla del Real Alcázar de Madrid.
Tras convencer al rey para sacar la imagen de Madrid, Francisca de Oviedo logró llevar la imagen hasta Plasencia, la capital de la diócesis a la que pertenece Serradilla. Las noticias sobre sus milagros en Madrid había llegado a la ciudad por lo que el obispo Plácido Pacheco ordenó que el traslado no continuase hasta Serradilla y se quedase en la parroquia de San Martín.
La beata regresó a Madrid para pedir amparo al Consejo de Castilla, que la ignoró sin embargo convenció a Diego de Arce y Reinoso, oidor del Consejo y antiguo estudiante del colegio del Río, para que prometiera llevarla a Serradilla en caso de ser nombrado obispo de Plasencia.
Tras convencer al rey para sacar la imagen de Madrid, Francisca de Oviedo logró llevar la imagen hasta Plasencia, la capital de la diócesis a la que pertenece Serradilla. Las noticias sobre sus milagros en Madrid había llegado a la ciudad por lo que el obispo Plácido Pacheco ordenó que el traslado no continuase hasta Serradilla y se quedase en la parroquia de San Martín.
La beata regresó a Madrid para pedir amparo al Consejo de Castilla, que la ignoró sin embargo convenció a Diego de Arce y Reinoso, oidor del Consejo y antiguo estudiante del colegio del Río, para que prometiera llevarla a Serradilla en caso de ser nombrado obispo de Plasencia.
Your photos are very beautiful Teresa!
ResponderEliminarBe well and have a good time!
Bom dia de Paz, querida amiga Teresa!
ResponderEliminarUm lugar mistico muito bonito a se visitar e meditar.
Tenha uma nova semana abençoada!
Beijinhos fraternos
It is very beautiful, thank you for sharing and also about it.
ResponderEliminarWhat a fascinating story! The journey of the Holy Christ of Victory is a testament to both faith and perseverance. The image’s journey from Madrid to Serradilla, with all the twists and efforts made to ensure its veneration, highlights the deep cultural and spiritual significance it holds for the community. It's amazing how art and devotion are intertwined in such a meaningful way. Thank you for sharing this beautiful history!
ResponderEliminarMe encanta el arte sacro y sus curiosidades.
ResponderEliminarMuy interesante entrada.
Un beso.
Blessed Francisca de Oviedo's unwavering devotion and efforts to bring the image to Serradilla despite numerous obstacles, including resistance from the Council of Castile and Bishop Plácido Pacheco, highlight her strong faith and perseverance. Her journey back to Madrid and the eventual promise from Diego de Arce y Reinoso to take the image to Serradilla, if appointed bishop, underscores the complexity and challenges faced by those who pursued their religious and artistic missions in that era
ResponderEliminarBeautiful photos Teresa, thanks for sharing.
ResponderEliminarTake care, have a great day!
Muchas bendiciones por bella colección...abrazo.
ResponderEliminarEsa fama de milagrero a la que debemos añadir la belleza y perfección de la escultura la hacía muy apetitosa.
ResponderEliminarLa iglesia aunque de líneas muy sencillas tiene una belleza especial.
Saludos.
Many thanks for your photographs and the information.
ResponderEliminarAll the best Jan
https://thelowcarbdiabetic.blogspot.com/